Soy madre, compañera, hija, hermana, amiga, trabajadora e inconformista. Siempre he sido una loca del deporte, que ahora, de momento, he dejado algo aparcado para dedicarme por completo a la crianza de mi pequeña, que por otra parte, yo diría que también es un deporte y lo compararía con una maratón, en la que a veces vas cuesta arriba y otras cuesta abajo, a veces te da una pájara y otras vas sobrada de fuerzas, pero que es gratificante desde su inicio hasta que terminas, aunque en el caso de la maternidad es para siempre.
Enamorada de mi hija, de mi marido, y de la vida en general, no soy ni licenciada, ni diplomada, ni escritora. A los 19 años, y después de hacer la
prueba de Selectividad (actualmente denominada PAU), decidí abandonar los
estudios y presentarme a una oposición para ingresar en el ejército, y 18 años
mas tarde sigo siendo militar. Hace dos años tuve a mi hija y a raíz de su
nacimiento, y de la manera en que vino al mundo, se me ocurrió empezar a
escribir este blog,
que surgió debido a mi necesidad de desahogarme de alguna manera y dar a
conocer que desde mi punto de vista el embarazo, el parto y la crianza de los
hijos deben ser diferentes de cómo a muchas de nosotras nos han contado.
Descubrí que ser madre te cambia la manera de ser, de pensar, de amar… Te hace
descubrir, día a día, facetas de ti misma que ni imaginabas que estaban ahí, y hace
que hasta la mayor de tus pasiones pase casi al olvido, para centrarte en criar
a ese pequeño ser que tienes en tus brazos.
Como digo arriba, he
dedicado gran parte de mi vida al deporte, y estando ya en el ejército saqué
tiempo para realizar un Grado Superior de Actividades Físicas y Animación
Deportiva, compatibilizando, durante un par de años, mi labor en el ejército,
con la de monitora de natación para niños de 3-6 años.
Cuando escribo lo hago por el mero hecho de plasmar mis
experiencias como madre, desde la reflexión, con toques críticos y
reivindicativos.
Importante que mujeres activas en el mundo laboral, en todos los frentes, incluido y muy importante el militar, empecemos a darnos cuenta y a darnos voz.
ResponderEliminarAbrazos grandes!
Sí que es importante..., por desgracia todavía hay mujeres (y hombres) que creen que para desempeñar un trabajo "tradicionalmente de hombres" tienes que comportarte como uno de ellos, pero para mi ser mujer y madre está por encima de cualquier cosa y estoy mas orgullosa que nunca de serlo, sin dejar de desempeñar mi trabajo como cualquiera.
EliminarGracias por tu comentario, y un abrazo guapa!!