lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Es "bueno" que nuestros peques se queden llorando cuando los dejamos en el cole?



La respuesta a esta pregunta, ahora, la tengo mas que clara, pero las profes del cole donde está haciendo la adaptación mi peque, insisten en decirme que no pasa nada y que es lo normal. Como vengo comentando en mis últimos post, mi hija ha comenzado a ir al cole con 3 añitos recién cumplidos, y la cosa parecía que iba a ir bien, ya que el primer y segundo día entró y salió bien, aparentemente, pero el tercer día la cosa cambió bastante.

Mi hija comenzó yendo un viernes, y como ya describí en mi anterior post, no lloró ni a la entrada ni a la salida, así que fue una gran alegría para mi, porque aunque yo no tenía muy claro si quería que mi nena empezara el cole aun, sí que pensaba que si ella lo llevaba bien y le gustaba, no tendría ningún problema en que fuera, pero después del fin de semana, llegó el lunes...  Por la mañana quise recrear el mismo ritual del primer día, con la esperanza de que todo fuera igual de satisfactorio, y casi fue igual, pero la predisposición de mi peque ya no era la misma, e incluso hubo varios momentos en que me dijo que no quería ir al cole, aunque una vez vestida, con su bolsita del almuerzo en la mano, y montadita en el carro, se quedó mas tranquila y no me volvió a decir nada mas. Llegamos al cole y nada mas entrar se bajó del carro y se puso a jugar con algunas nenitas de su clase. A la hora de ponerse en la fila lo hizo aun mas rápido que el primer día, con mas serenidad, y escuchando lo que le decía la profe, eso sí, sin despedirse de mi... Cuando fui a recogerla la vi algo mas agobiada que el primer día y las profes me dijeron que había llorado en algún momento puntual, pero que a su parecer los lloros se habían dado porque no conseguía algo que ella quería o las profes le decían que hiciera algo de lo que ella no estaba muy convencida... Me quedé algo pensativa con lo que me comentaron, pero nos fuimos relativamente satisfechas de aquel segundo día de cole.

El martes fue el tercer día, y esa mañana me dí cuenta en seguida que la actitud de mi pequeña había cambiado. Aparentemente todo parecía igual, pero me daba cuenta que ella iba alargando mucho mas todo esa mañana, la hora de vestir, la hora de hacer pipí, luego no quería peinarse, mas tarde puso la tele para ver "dibus", ahora quería llevarse el patinete..., en fin era como si sacara escusas de donde fuera para retrasar la hora de irnos, y en el momento que le dije que se montara en el carro, me dijo que no quería ir al cole y se puso a llorar amargamente. En ese momento se me cayó el mundo a los pies y salieron a la superficie todos mis miedos. Entre sollozos me pidió tetita y como todavía íbamos con tiempo la cogí en brazos y nos sentamos un ratito en el sofá a ver si se tranquilizaba, pero sabía que iba a ser difícil. Cuando vi que se empezaba a hacer tarde le dije que nos debíamos ir, que sus compañeras le iban a echar en falta y parece que eso la convenció un poquito, así es que se subió en el carro. Salimos a la calle y fui casi corriendo, porque ya se pasaba la hora de entrada, y me temía que una vez que hubieran entrado todas sus compañeras al aula, iba a ser mas complicado, pero aun corriendo llegamos tarde...

Al llegar a la puerta de la clase le dije que debía entrar, que se lo iba a pasar bien, y que no se preocupara, porque yo no tardaría mucho en ir a por ella, pero la pobre no quería ni bajarse del carro. Llamé a una de las profes para que saliera, esperando que ella la convenciera de alguna manera. Le dijo que ya habían comenzado "la asamblea" y que la estaban esperando, pero mi peque se hundió aun mas en el asiento del carricoche con la vaga esperanza de que la profe la dejara en paz. Fue entonces cuando ésta, me dijo que mi hija me estaba probando, que debía cogerla con firmeza y dejarla en clase, y aunque llorara debía cerrar la puerta e irme para darle el mensaje correcto... Puse cara de asombro y de duda y le dije que yo no le podía hacer eso a mi hija, pero ella me dijo que si quería que fuera al cole, debía ser así, que eso no era malo para ella, que no parecía que la niña demostrara angustia vital, que ella había visto casos mucho peores...

En ese momento mi hija nos miraba callada, como a la espera de ver cual era mi reacción, y puedo asegurar que lo que hice a continuación me está pesando como una losa desde ese día. Le hice caso a la educadora... Cogí a mi peque, a la fuerza, le dí un beso, mientras ella lloraba angustiada, la dejé dentro de la clase, y aunque ella intentaba sujetarse a mi cuello, la deje allí y cerré la puerta, como me dijo la profe que hiciera.... Me quedé fuera del aula, como viéndome desde arriba, como si no fuera yo, oyendo como al otro lado lloraba, sin consuelo, mi hija, llamándome... Oía a las maestras cómo intentaban convencerla para que se separara de la puerta... Pensé en entrar, pero noté como cerraban la puerta del aula con llave... Sé que es una locura, pero no sabía como reaccionar, empecé a oír que el llanto disminuía, pero me fui de allí sin saber si se calmaría o no... Sé que no tiene explicación, pero me sentí como los días que pasé en el hospital, dejando a regañadientes que las enfermeras se llevaran a mi hija recién nacida, durante horas, para que la viera el pediatra, pero impotente por no ser capaz de decirles que NO, que no se llevaran a mi hija, de lo cual me sigo arrepintiendo a día de hoy...

Una vez en casa casi me vuelvo loca diciéndome una y otar vez, que eso no merecía la pena, que si mi pequeña no iba contenta a clase sería porque allí no lo pasaba bien, y no merecía la pena pasar por todo eso...

Un accidente inesperado...


Cuando fui a recogerla fue aun peor... En cuanto la vi noté que no movía un bracito. Me dijo que le dolía, y casi sin fuerza se echó en mis brazos... La cogí y después de un momento para digerir aquello, me acerqué a una de las profes y le dije que mi hija se quejaba de dolor en un bracito. Me dió unas explicaciones algo confusas y me dijo que no sabía lo que le había pasado, que a la hora de ir al baño se quejó del bracito, pero que a su parecer no era nada grave... Luego me dijo que ellas no la habían cogido en ningún momento de los brazos, que en todo caso solo de la cintura, para intentar que se uniera e los demás nenes en "la asamblea", pero que si yo veía que se seguía quejando que quizá debería llevarla al médico... Yo no supe qué pensar en ese momento, mi hija había pasado tres horas allí, y no me había quedado claro en qué momento se había hecho daño en el bracito, ni cómo.

Nos fuimos a casa y aunque veía que apenas movía el brazo, no se quejaba mucho, y casi me creí que quizá no era nada. Le entró mucho sueño y se quedó dormida en la tetita de mamá, y dejé que descansara, pensando en todo lo que había pasado aquella mañana. En cuanto llegó mi marido de trabajar se lo conté lo que había sucedido, pero él le quitó importancia, pensando que lo del bracito no sería nada, pero cuando despertó nuestra hija, lo primero que hizo fue quejarse y me contó que una de las profes le había tirado del brazo. No supe que pensar, pero lo que sí hice fue irme al centro médico para que la vieran. Me llevé la merienda por si tardábamos, que así fue, mas de dos horas hasta que la vieron. Una vez en la consulta, le expliqué a la pediatra lo que había pasado, y en seguida la exploró y me dijo que era probable que tuviera una subluxación de codo. La volvió a explorar y me dijo que tenía toda la pinta y que iba a intentar hacerle una pequeña maniobra para que el codito volviera a su sitio... A todo esto debo decir que todo el rato que estuvimos esperando para que nos atendieran, mas todo el tiempo transcurrido desde que la recogí del cole, mi hija no movía apenas el brazo, y dependiendo de la posición, se quejaba o no...

La pediatra le cogió el bracito y le hizo una maniobra suave, que consistió en una rotación del codo, a la vez que se lo flexionaba... Mi pequeña se quejó de dolor y lloró en seguida, la pediatra me dijo, con satisfacción que había notado como el codito había vuelto al sitio. La pobre seguía llorando, mientras la medica me decía que en poco rato la pequeña iría recuperando la movilidad normal del brazo, y allí mismo mientras me decía esto mi hija empezó a mover su bracito, flexionándolo de forma normal. Habían transcurrido horas desde que la recogí del cole, y no sé cuando le había sucedido esto, y todo ese tiempo había estado sin apenas mover el brazo y ahora ya lo movía... Tenía una extraña sensación, por un lado sabía que mi hija se había estado quejando por algo, pero no pensaba que fuera una subluxación, no quería pensar que las profes habían tenido la culpa, quería pensar que como la niña no se había quejado mucho, ellas habían creído que no era nada, pero por otro lado me parecía tan raro que dos profesionales de la educación infantil, no supieran valorar que lo que le pasaba a mi hija era real, cuando ni movía el brazo, y que encima me dieran esas vagas explicaciones en cuanto a cómo había sucedido...

Cómo siempre mi marido, que es muy confiado, me dijo que no le diera mas vueltas al tema, que seguro que ellas no lo habían hecho a mal, que con los niños pequeños a veces es difícil acertar, mi madre me dijo algo parecido, y mi hermana también así que intenté no pensar en ello, pero se hacía difícil. Al día siguiente tomé la decisión de no llevar a mi hija al cole, porque pensé que debía descansar un poco después de todo lo que había pasado, pero sorprendentemente al hablar del cole, no reaccionó mal. Mi marido decidió llevarla él (se tomó un día en el trabajo) y pensé que podía probar a ver que pasaba.

Sé que mas de un/a que esté leyendo esto pensará que después de lo que había pasado el día anterior, no se le hubiera ocurrido llevar a su hijo/a nunca mas a ese colegio, pero como os digo, eran muchos los que me decían que no debía tomarlo así, que había sido un accidente y ya está, que no había porqué tomarla con las profes, no sé, quizá fue porque vi que mi hija estaba bien, pero quise pensar que no había sido a mala fe, y que quizá mi hija se había hecho daño sola, no sé, una locura....

Esa mañana, al contrario de lo que pudiera parecer la peque entró tan tranquila a clase, como digo, la llevó mi marido y yo me fui a trabajar, y luego me lo contó él. También me dijo que le comentó lo del accidente a una de las profes y esta se sintió muy compungida, y le dijo a mi marido, que no se preocupara, que estaría muy pendiente para que eso no volviera a suceder. A la hora de la recogida, pude ir yo a por mi hija y volví a a tratar el tema del brazo con una de las profes y fue entonces cuando reconoció que ella la cogió del bracito para intentar levantarla del suelo, pero que lo hizo con "suavidad" y que en ese mismo momento mi pequeña se quejó diciéndole que le había hecho daño, pero la maestra me juraba y perjuraba que no le había tirado fuerte... En fin... Sé  lo que debía haber hecho en ese mismo instante, pero como siempre el saber que se deben guardar las formas y aguantar la compostura, hizo que me contuviese y no le dijera nada mas a la profesora. Luego me dijo que este día había estado muy bien y ahí se quedó todo...

Volví a hablar con mi marido de todo aquello y me volvió a convencer de que debía dejar pasar del asunto, que si nuestra peque estaba bien y encima quería seguir yendo al cole era porque no había sido para tanto, así que decidí intentar pasar página, y llevarla de nuevo al día siguiente.

Al día siguiente nos levantamos igual que siempre, e igual que el último día que la llevé yo, vi que mi peque no estaba por la labor. Dio bastantes vueltas, pero en un momento dado se subió al carro y me dijo que ya estaba preparada y que nos fuéramos ya. Me sorprendió lo decidida que la vi, y pensé que quizá todo iría mejor este día. Al llegar al cole, como siempre se puso a jugar con sus amiguitas, como días anteriores y yo me tranquilicé un poco. Estuvieron un ratito jugando, pero cuando llegó el momento de ponerse en la fila, empezó a decirme que no quería ponerse, que se quería ir con mami... Me empecé a agobiar, lo que debía haber hecho en ese momento es irme de allí con mi pequeña, pero no lo hice, la intenté convencer, pero ella lloraba, no lloraba como a última vez, era un llanto como mas resignado, como el llanto del que sabe que no le van a escuchar, pero que no puede evitar quejarse, para mostrar su desagrado... 

Podéis pensar lo que queráis de mi, que no tengo palabra, que no soy consecuente con lo que digo, pero quise pensar que se calmaría antes... y oí como le hablaban las profes cómo intentaban convencerla, y me pareció que eran dulces con mi hija, y pensé que dejaría de llorar enseguida y se lo pasaría bien... y la dejé otro día mas....

La misma historia al recogerla, en seguida sale corriendo hacia mi, y no mira a las profes para despedirse, sé que ha llorado, y así me lo hacen saber...

Vuelvo a hablar con mi marido, con mi hermana, con mi madre, con alguna amiga y vecina... Todos coinciden en que eso le pasa a muchos niños, que es cuestión de días, de semanas..., algunos me dicen que sus hijos han estado meses así, pero que merece la pena, que ahora sus hijos son muy felices, que les encanta ir al colegio y que quieren mucho a sus profes, y yo no entiendo nada... ¿Qué es lo que merece la pena? Yo nunca en la corta vida de mi pequeña, la había dejado llorando en ningún sitio de esa forma. Siempre que ha llorado delante de mi he intentado calmarla, y aunque no fuera capaz de consolarla he seguido a su lado, acariciándola diciéndole que mamá está ahí con ella, y ahora le estoy demostrando todo lo contrario... La dejo en un lugar desconocido, con gente desconocida y la dejo llorando... Ella se preguntará ¿Por qué mi madre me abandona ahora, ahora que es cuando mas la necesito? Y ni yo misma soy capaz de entenderlo...

El viernes ha sido el último día que la he llevado y la he vuelto a dejar llorando, confiando en las personas que tengo a mi alrededor, que me dicen que todo está bien, pero lo siento, he necesitado mas tiempo de lo que hubiera deseado para darme cuenta, y ya lo entendí... Entendí, que mi hija es mía, es parte de mi, que la amo con locura y que no necesita pasar por esto, así de esta manera.

Hoy es sábado y el lunes será una nueva semana, y ese lunes será mi hija la que decida si quiere o no ir al cole. Se lo he avisado a mi marido, y él parece entender que no puede ser bueno algo que te hace llorar con esa angustia, así que espero que a partir de ahora rememos los dos hacia la misma dirección...

martes, 17 de septiembre de 2013

Tu primer día de cole...



Ya es por la mañana, la noche ha sido un poco movidita, pero no me encuentro con sueño... Me desvelé a las 5 de la mañana y ya no he podido pegar ojo desde esa hora, porque los nervios me comen... Sin embargo tú sigues dormidita, también te has removido un poquito en la cama esta noche, pero no te has despertado. Sé que también llevas unos días un poquito mas nerviosa de lo normal, pero es que aunque lo he intentado, no he podido mantenerme tan calmada como me hubiera gustado, y por supuesto a ti también te afecta...

Me levanto y me lavo la cara, , me visto , te preparo tu ropita, aunque ya tenía decidido desde hace varios días lo que te iba a poner, te preparo un bocadillito (pero me temo que no te lo vas a terminar) y te pongo una botellita de agua, con tu nombre escrito por mi. Lo meto todo en tu bolsita de tela, la que tú decidiste que querías estrenar para hoy, porque te compré dos diferentes...

Voy a la habitación a despertarte, con tiempo suficiente, porque no quiero ir con prisas, quiero que estés tranquila... al menos tú... Te miro unos segundos y siento que eres lo que mas quiero en este mundo,  y al fin te comienzo a despertar, poquito a poco... Abres los ojitos y te desperezas, me miras y con tu dulce acento me pides "tetita"... Así estamos hasta que a ti te apetece, y decides pedirme un "cacao" (que es leche con cola-cao), mientras te lo tomas te recuerdo que hoy es el día, que hoy vas al cole para quedarte un ratito, y en seguida me dices que te vista y me lo pones fácil, mucho mas que los demás días, je, je... En un momento estás vestida te llevo al baño ha que hagas pipí, mientras me cuentas cosas con tu lengua tan graciosa, te peino y rápidamente sacas la cajita donde guardamos las horquillas y las gomitas del pelo, para que te ponga una. Normalmente esta tarea se hace bastante interminable, porque no te gusta que te ponga cosas en el pelo, pero hoy hasta tú misma me dices lo que quieres ponerte, y te lo pongo. Te miras al espejo y dices que estás guapa, ja,ja, y es que estás guapísima amor mío!!!

Ya estamos listas para salir de casa, y aunque el cole está muy cerca, a menos de 10 minutos andando (con paso de adulto), vamos en el carrito, porque creo que es mejor. Entramos en el cole y nada mas llegar te levantas de asiento y te vas hacia donde están los que van a ser tus compañeritos/as. A algunas nenas ya las conocemos de los otros días que vinimos por aquí, pero con las que no conoces también empiezas a interactuar... Es la hora y se abren las aulas de infantil de 3 años, salen las profes, y en seguida ves a la tuya, que también la conocemos, y te vas hacia ella corriendo, casi sin mirar atrás. Te mezclas con los demás niños/as de tu clase y estás como loca. No sabes si darme la "bolseta" donde va tu almuerzo, o no... Yo te digo que te la quedes, y te la cuelgo en tu hombrito, entonces la profe os dice que os pongáis en la "fila"...

 Hay una línea, de un palmo de ancha, pintada de azul en el suelo, y todos os tenéis que ir colocando sobre ella, unos detrás de otros, al principio no haces ni caso, te vuelvo a decir  que te pongas en la "fila, yo misma, pero ni me oyes con todo el alboroto, aunque apenas estoy a un metro de ti. Te lo repite la profe y le haces caso al instante, tanto que me quedo mas que asombrada. Tú ni me miras, creo que ni te acuerdas ya de mi... colocada en la "fila" detrás de una niña... La profe os da paso para que entréis en el aula, y sales disparada hacia dentro adelantando a todos los niños/as que puedes, y entras casi la primera, yo estoy cerca de la puerta y en tu carrera casi te tropiezas conmigo, me miras un momento y me intentas dar la bolsa del almuerzo, para que te la sujete, pero te digo que te la tienes que quedar tú, y te la vuelvo a colgar en décimas de segundo, según vas corriendo, entonces la profe te dice que la debes colgar en la percha destinada a tal fin, y te metes como una flecha en la pequeña clase, sorteando a mamás y niños que se agolpan en la puerta, llorando algunos, porque no quieren separarse de sus mamás.

Yo no sé ni como tomármelo, esperaba que quizá reaccionaras de otra forma, aunque también confiaba en lo decidida e independiente que eres. Me asomo como puedo hacia el aula  y te veo intentando colgar tu bolsita en la percha, y lo consigues... Me siento orgullosa de ti, aunque también algo aturdida... Otros niños siguen llorando agarrados a los brazos y piernas de sus mamás y las profes intentan convencerlos para que entren sin mucho éxito. Me encamino hacia fuera de la escuela sintiéndome rara, sintiéndome sola, sintiéndome sin ti. Vas a quedarte allí durante dos horas, y la que está a punto de llorar soy yo, intento aguantar para que no broten las lágrimas de mis ojos, y por si acaso me pongo las gafas de sol, aunque está bastante nublado... Voy deprisa hacia casa, sin saber muy bien qué pensar, quiero llegar lo antes posible, porque las lágrimas están luchando por salir, y yo quiero desahogarme...  una vez en casa ya no puedo aguantar más, es una mezcla de pena, orgullo, nervios, y emoción, llamo a tu papá y apenas puede entenderme, entre sollozo y sollozo, al fin le cuento todo, y sé que él también se siente orgulloso de ti, eres tan pequeña y te haces mayor a la vez....

... Es la hora ya de recogerte, y estoy en la puerta de la escuela como 20 minutos antes. En cuanto llega la hora una mamá toca al interfono y nos abren, todas entramos, pero yo voy la primera. Doblo la esquina del edificio principal y os veo, en el pequeño patio, sentaditos todos en el suelo (porque os lo ha dicho la seño). Me encamino hacia allí y en seguida me miras. No ha sido como cuando has entrado, que ni te acordabas de mamá, ahora sí que te has levantado de momento, pero la profe te ha dicho que te sentaras de nuevo, y casi le haces caso, pero ya estoy mas cerca y solo deseamos abrazarnos. Corres hacia mi diciendo mamáaaaaaaaa!!, con tu vocecita, miro tu cara buscando indicios de llanto, casi haces un pequeño "puchero", pero te contienes y me abrazas sin llorar, nos fundimos en un tierno abrazo, te QUIERO tanto... Le pregunto a la profe que si has llorado, y me dice que un poquito, a media mañana, te acordaste de mi y querías irte conmigo, pero dice que te has calmado en seguida. Eso espero...

Mi balance creo que es positivo, luego te he preguntado que es lo que habéis hecho y me has dicho que habéis pintado, y creo que te lo has pasado bien, además después de estar un ratito abrazada a mi, has querido que te dejara en el suelo y te has puesto a jugar con una nenita de tu clase que se llama Cecilia, en el patio del cole. Pienso que si la experiencia hubiera sido negativa te hubieras querido ir en el acto, así que parece que todo va bien. De todas formas vida mía, no te preocupes si el lunes dices que no quieres ir, o el martes o miércoles o cuando sea, yo estaré contigo en todo momento, y te aseguro que muy pendiente para que todo vaya bien.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Se acerca el día...



Tengo que volver a escribir sobre el tema de la escolarización de mi pequeña, porque a medida que se va aproximando el día en que empieza, me voy sintiendo peor. Sé que esto no es nada positivo para ella, porque sin querer le estoy transmitiendo mis inseguridades y miedos, pero es que no puedo evitarlo. Como ya comenté en mi anterior post, mi intención era que no entrara en el cole hasta los 4 o 5 años, pero después de tener muchas charlas con el papá de la criatura, que tiene una opinión diferente a la mía, al final di mi brazo a torcer y hemos acabado matriculándola.

El viernes pasado tuvimos una reunión en el cole, con tres maestras de infantil, pero resulta que la que se encargará de la clase de mi hija no estaba, porque aun no se había incorporado, por no sé que problemas con la conselleria, así que de primeras ya me sentí algo decepcionada. Decidí acudir a dicha reunión con mi pequeña, y ella fue realmente contenta porque le dije que íbamos al cole, pero quizá también se sintió algo decepcionada, al ver que allí había mayores y niños/as, si, pero también unas señoras (las maestras) que no hacían mas que hablar. Como digo había otras mamás y papás que, como yo, habían ido con sus pequeños, pero parecía que eran muy obedientes y no se oía a ninguno mas que a mi pequeña (o eso es lo que me parecía a mi), preguntándome esto y aquello. Yo intentaba contestarle hablando bajito, y le decía que ella tenía que hacer lo mismo, pero no entendía muy bien lo que hacíamos allí, y aguantó sentada hasta la mitad de la charla, mas o menos. Luego empezó a removerse en el asiento y,  finalmente, se levantó, investigando por allí e intentando conversar con alguna mamá o algún peque, pero con poco éxito, porque las mamás intentaban enterrarse de lo que allí se hablaba y no le prestaban mucha atención, y los nenes que teníamos cerca tampoco estaban mucho por la labor, así que yo estaba intranquila de verla a ella, y deseando que acabara aquello.

Después de que hablaran las maestras de cómo sería la adaptación (que ya contaré la sorpresa ingrata que me llevé), de lo que había que pagar de material escolar, libros y demás, hizo acto de presencia el director del centro y nos dirigió unas palabras, que a mi modo de ver no fueron las mas acertadas, pero prefiero dejar eso ahora, porque en realidad me daba cuenta que a medida que avanzaba la reunión me iba gustando cada vez menos todo lo que oía. Para cada una de las elocuciones de las tres maestras y la del director, tendría para escribir un post entero, pero por ahora me quiero centrar en el tema de la "adaptación, y lo que nos explicaron.

Resulta que al parecer en la clase de mi pequeña habrá 19 niños, y la adaptación la han programado de la siguiente manera: El lunes irán 4 niños, el martes otros 4, mas los 4 que empezaron el lunes, el miércoles 4 mas, además de los del lunes y martes, y así progresivamente hasta el viernes que se incorporan los últimos 3, para completar los 19 niños. Esa primera semana tendrán un horario de ¡¡¡2 HORAS!!! desde el primer día. ¿Os parece esto una buena adaptación? ¿No es demasiado tiempo?, y además a mi hija, por el apellido le toca entrar el viernes, con lo cual solo va ese día, cuando la clase ya está prácticamente al completo y ya no vuelve hasta el lunes que el horario ya cambia, pasando de 2 horas a ¡¡¡3 HORAS!!!, aun  mas. Además no dejan que la mamá o el papá se quede en clase, al menos durante los primeros días, hasta que el niño/a se adapte, y eso ha sido un mazazo para mi.

No sé si es que yo ya lo veo todo negativo o qué, pero no creo que esta sea el mejor modo para que los niños/as de esta edad se adapten, pienso que debe haber mejores formas y la impresión que tengo yo es que se hace todo así de rápido para comodidad del personas docente, y no de los niños y padres. Que conste que estoy hablando de un cole en concreto y que no tengo nada en contra de los maestros/as, ya que en mi familia hay varios, pero es que no le encuentro demasiado sentido, y si alguien se lo ve, por favor, que me lo explique.

Como ya he comentado mi hija empezará el viernes próximo, pero hay algunas cuestiones que no tengo claras. He pensado ir a hablar con su tutora, que imagino que ya se habrá incorporado (ya que la adaptación comenzaba el lunes para los primeros 4 niños de la clase de mi nena), para plantearle algunas de mis dudas, como que ¿qué pasará si mi hija comienza a llorar y se agarra a mi con fuerza? que en realidad tengo claro lo que haré, porque no pienso irme si ella está en ese estado, por mucho que me digan que es lo mejor, Pero me gustaría saber que piensa la maestra y espero que sea comprensiva y me de otras alternativas, como estar un ratito mas con mi hija hasta que se calme... En fin que no sé.... Intentaré mantener una actitud mas positiva estos días y deseo que todo fluya con naturalidad el viernes.

Y vosotros, ¿cómo afrontasteis el proceso de adaptación de vuestros hijos?

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Donde dije "digo"...



Mi hija va a cumplir los 3 añitos dentro de pocos días y siento que estamos cerrando una etapa. Sinceramente llevo unos días bastante nerviosa, ya que al final hemos decidido escolarizar a nuestra pequeña. Prácticamente todos los que me rodean me dicen que es lo mejor para ella y para mi, que si no la matriculo este año, al año que viene lo va ha pasar peor, porque será la única que no haya ido al cole con 3 añitos y los demás la verán como un "bicho raro", que ella lo va a pasar genial en el cole, que el cole ahora no es como cuando yo era pequeña, que las maestras son muy cariñosas, que hay pocos niños en clase, y otros motivos que todo el mundo me dice para que no me preocupe tanto, pero es que yo no puedo evitarlo.

Hace algún tiempo escribí una entrada hablando de que no tenía muy claro si la peque iría al cole con 3 años recién cumplidos, e incluso indagando por la red fui recopilando información sobre el Homeschooling, que es el término internacional que se da a lo que se conoce a la libre enseñanza en casa. En España hay algunas asociaciones que están intentando que este tipo de enseñanza se legalice, pero en muchos países de Europa, o en Estados Unidos, sí que es legal, y personalmente me parece un tipo de enseñanza, cuyas bases me parecen muy interesantes, "...el factor común es la creencia en que la educación debe responder a un abanico de necesidades, intereses y estilos individuales de cada niño..., siendo los padres los que asumen de forma integral la educación de sus hijos, tanto en los aspectos de la adquisición de conocimientos y habilidades, como en la transmisión de valores y principios, sin delegar ninguna de estas funciones en instituciones educativas..., sin excluir el contactar con profesionales o especialistas para ampliar su educación..." (Recopilado de ALE, Asociación para la Libre Escolarización).


Pues bien a día de hoy todo eso que sentía que debía hacer por mi hija, sigue existiendo, pero no lo vamos a llevar a cabo. Sé que puede parecer que no tengo la suficiente personalidad, que en un tema tan importante y si lo tengo claro, no debería haber cambiado de idea, que en realidad no he cambiado, que en realidad si por mi fuera mi hija no iría al cole este año, si no que probablemente empezaría el que viene, o después, pero la cuestión es que no solo pienso en mi. Nuestra peque es nuestra, tiene un papi, que también tiene opinión, y él le da otro enfoque a la situación. Hemos hablado de cuestiones que ya he mencionado arriba, y la que mas me coarta es que si no la escolarizo este año, pude que el año que viene sea verdad que lo pase mal, quizá es una tontería y no tendría ningún problema, pero no lo sé. También hemos hablado de ella, de lo sociable que es, de las ganas que tiene siempre de salir a la calle y hablar con todo ser vivo que se encuentra a su paso, quizá efectivamente lo pase bien en el colegio, tampoco lo sé, y aun después de darle mil y una vueltas la he matriculado, y el viernes tenemos una reunión a las 10 de la mañana con la profe que le dará clase, para explicarnos cómo será la adaptación, y demás asuntos relacionados, y yo cada día que pasa me encuentro peor y mas nerviosa, sin saber si hago bien o no... Hasta me entran ganas de llorar, y lloro, porque no soy mas fuerte en mis convicciones, porque no lo tengo todo mas claro.

Han sido 3 años sin separarme de su lado, mas que para trabajar, algún día escribiré sobre las características de mi jornada laboral, y de pensar en que me separo de ella para dejarla en el cole, se me parte el alma. Lo único que me consuela es pensar que tengo que estar muy atenta a mi pequeña, mas si cave, a partir de ahora, y si veo que es duro para ella y no es feliz, no tendré ningún reparo en deescolarizarla hasta el año que viene, como mínimo. Solo me consuela eso, saber que no voy a dejar que lo pase mal de forma indefinida.

Siento que se hace mayor, pero no es demasiado pronto???? Alguien mas ha tenido dudas???