sábado, 28 de enero de 2012

Instinto Maternal

Desde que nació mi niña fue como si una nueva Yo apareciera de debajo de mi piel. Recuerdo que en el mismo paritorio y pese a que no me dejaron tocar a mi niña  durante un rato, sentí que a la vez que mi niña venía al mundo, nació de mí otro Yo con sentimientos tremendamente fuertes hacia esa personita que veía la luz por primera vez. Sentí que no había nada más importante en mi vida que protegerla y vivir para ella. Muchas madres  me habían contado que después de dar a luz se encontraban cansadas y con ganas de dormir, pero a mi no me sucedió nada de eso. Lo único que yo quería era tener a mi hija conmigo,  amamantarla lo antes posible y saciar sus necesidades primarias de calor. De hecho a pesar de la herida de la episiotomía, de la no movilidad inicial a causa de la epidural  y de la pérdida de sangre, no había en mi otro pensamiento que mi pequeña. Recuerdo que no nos costó nada que se enganchara al pecho y casi los dos días que estuvimos en el hospital no hizo otra cosa que mamar, salvo las dos horas largas que se la llevaban cada mañana, contra mi voluntad, al nido para que la viera el pediatra y la bañaran (si fuera ahora no me hubiera dejado avasallar por el personal del hospital USP San Carlos de Murcia, y no se la hubieran llevado,  pero el día después del parto me pillaron con la guardia baja, y como digo, no pude evitar que se la llevaran, y después el hecho de no querer montar un escándalo hizo que no fuera a por ella al nido al ver que pasaban los minutos y que no me la traían…), bueno, lo que quiero decir con todo esto es que en mi ya no había otra prioridad que mi hija, y así hasta el día de hoy que Daniela tiene 16 meses. En un principio ni me planteaba lo que me estaba sucediendo, es decir actuaba porque mi naturaleza me indicaba el camino (instinto…), y todos esos sentimientos y comportamientos hacia mi bebé salieron sin mas. Luego vas hablando con otras mamás y a algunas les ha pasado algo similar, pero a donde yo quiero  llegar es a que hay otras a las que les da igual que se lleven a sus bebés al nido durante dos horas, e incluso han llegado a decirme que es mejor así porque de esta manera pueden descansar después del parto, o incluso las ves tan tranquilas cuando una enfermera les dice que tienen que darle un biberón de glucosa a su bebé recién nacido y se lo dan sin mas, para mi todo esto era, y es,  impensable…, pero  ¿qué pasa con estas madres?  Quizá es que el instinto maternal es más fuerte en algunas mamás…La verdad es que dejo ahí mi duda, ¿está el instinto maternal mas o menos desarrollado en cada mujer? Constantemente nacen niños de parejas que conozco y no sé si es que  no expresan realmente lo que sintieron al nacer sus hijos o que verdaderamente no sintieron lo que yo, y ves a mamás  y papás  que afirman tan tranquilos que su hijo es que no ha querido la teta y que por eso le dan biberón

La verdad es que yo me considero afortunada al haberme sentido así entonces y seguir sintiéndome así ahora, de seguir los dictados de mi instinto maternal y de disfrutar de la crianza de mi hija sin dejarme llevar por presiones ajenas a mi pequeña y a mi. Quiero pensar que cada mujer vive su maternidad como desea, y deseo que no encuentre trabas ni estigmas sociales a la hora de hacerlo.

domingo, 15 de enero de 2012

Dar el pecho en público se hace difícil

Pues sí, resulta que vivimos en una sociedad en la que una mujer lleva un escote o hace top-less en la playa y lo vemos bien (lógicamente es lo mas normal del mundo), pero si una mujer le da pecho a su hija/o en público todavía hay gente que lo ve como  una provocación y les parece  mal, ¿en qué cabeza puede caber esto?¿es que nos hemos vuelto locos? Además podemos sumar a esto que justamente son las propias mujeres las que piensan esto, sí, sí, yo he tenido conversaciones con otras mujeres y me he quedado con la boca abierta, sin ir mas lejos hace ya un tiempo quedé con unas amigas, algunas son madres y otras no, y una de las no-mamis, que se precia de ser muy feminista (para mi ser feminista es otra cosa) y demás, me dijo que a ella le incomodaba ver a otra mujer dando el pecho a su bebé, la verdad es que me quedé anonadada y justamente le rebatí su comentario con el tema del top-less en la playa, que por otra parte ella siempre lo a practicado, y muy bien que me parece, pero ella siguió en sus trece sin atender a lo que yo le expuse. Otra vez me pasó que estando con otra amiga, que por aquel entonces tenía un nene de 3 añitos y estaba embarazada de un segundo, conversábamos de las salas de lactancia que hay en ciertos centros comerciales (el tema de las salas de lactancia de los centros comerciales también tiene miga), y yo le comentaba que una tarde estábamos en uno en concreto y mi niña me demandó pecho, con lo que yo , sin pensar si quiera en la existencia de estas salas de lactancia me senté en un banco algo apartado, para evitar miradas indiscretas y di de comer a mi pequeña, y acto seguido va mi amiga y me dice que en este mismo centro comercial sí que hay este tipo de  sala y que no sé que día vio a un guardia de seguridad como ”le llamaba la atención o le decía” a una mamá, que estaba en la misma zona donde yo le había dado el pecho a mi niña, que se fuera a la sala ésta, hago  hincapié a lo que quiso decir mi amiga de “le llamaba la atención o le decía” , como queriendo advertirme de que tal vez me podría pasar lo mismo a mi.  Realmente lo que me dio pena es que ella viera normal que te llamen la atención por dar de comer a tu hijo/a en el banco de un centro comercial, y mas  siendo ella madre.

Con todo esto quiero decir, cómo ya he comentado mas arriba, que parece mentira como la gran mayoría de las veces somos nosotras, las mujeres, las que criticamos cosas en las que deberíamos estar de acuerdo y apoyarnos. Yo misma he de reconocer que fui una de estas mujeres que no dudan en criticar su propia naturaleza por pura ignorancia y ceguera mental, yo misma hice comentarios dañinos y sin fundamento, porque cuando no eres madre ni te imaginas cómo pueden llegar a cambiar tus pensamientos y sentimientos cuando sí lo eres, no aciertas ni a vislumbrar cómo cambia el funcionamiento de tu cerebro, con qué fuerza se siente la llamada de esa naturaleza de la que hablo,  que te hace ver las cosas desde otra perspectiva bien distinta.

Por mi parte he pedido perdón a alguna de las mamás a las que un día probablemente herí con mis comentarios, y ella me ha perdonado, hay otras a las que no he vuelto a ver.  No nos damos cuenta pero a algunas mujeres estos comentarios nos afectan, y me incluyo. La cara positiva es que por suerte también he visto mamis en el restaurante, en la sala de espera del médico, en el parque,…,  dando de mamar a sus retoños, y tengo la esperanza de que algún día deje de haber comentarios maliciosos y miradas indiscretas y sean muchas mas las que no den la espalda a lo que son por dentro y se sientan orgullosas de florecer cómo mujeres disfrutando de su maternidad.

martes, 3 de enero de 2012

MI NIÑA DUERME CONMIGO



     Cuando mi hija nació y todavía nos encontrábamos en el Hosptal USP San Carlos de Murcia, y por fin me dijeron que nos iban a dar el alta (…), vino a la habitación el ginecólogo que asistió mi parto, el Dr. Eric Saucedo, y recuerdo que en ese momento estábamos solas mi niña y yo, porque papá había salido a comer algo. Yo no esperaba que viniera este señor (por llamarlo de alguna manera) y cuando entró, Daniela estaba a mi ladito en la cama, tranquilita, descansando, ella y yo. Al irrumpir en la habitación me sobresalté, y me di cuenta que él también puso una cara de sobresalto, pero la suya fue al ver a mi bebe en la cama conmigo, no recuerdo exactamente qué dijo, pero vi su expresión de horror, sí, es fuerte decirlo,  pero así fue…

     Cuando llegamos a nuestra casa supe desde el primer momento que la peque iba a dormir conmigo. Los primeros días la dejaba de vez en cuando en un moisés, pero pronto dejé de hacerlo, porque cada vez que la veía ahí solita deseaba tenerla a mi lado y acababa cogiéndola o metiéndola en la cama conmigo, por supuesto le daba (y le sigo dando) el pecho, pero la necesidad de tenerla a mi lado iba mas allá de esto, era un deseo  instintivo. Por un lado estaban los comentarios de familiares y amigos que me decían que el bebé necesitaba su espacio y por otro lado era, como digo, mi instinto el que me decía que no me separara de ella, hubo hasta cierta persona que me comentó:-¡Ten cuidado con dormir con ella, porque luego se acostumbran al “calor humano” y es muy difícil sacarlos de la cama! …y digo yo que ¡¿quién te ha dicho que quiero sacar a mi hija de mi cama?!...

     Por fin dejé de escuchar a toda esta gente y papá decidió dormir en el sofá hasta que la peque y yo nos adaptáramos a lo nuevo que nos venía, dejar de oír todas esas voces y centrarme en mi hija fue fundamental para empezar esta nueva vida, el instinto nos condujo desde entonces y es lo mejor que hemos hecho.
     Veo  a padres que están como locos porque sus bebés duerman solos y durante toda la noche,  y yo no los entiendo, no entiendo cómo no se dan cuenta de que su bebé es una criaturita en "blanco", cuya única referencia en este nuevo entorno al que han llegado, son sus padres y sobre todo su madre. Éstos padres saben que a su hijo no le va a pasar nada si está solo, que no hay ningún peligro físico para él, pero no son conscientes de que ese pequeño ser no tiene ningún conocimiento de nada y solo quiere, desea y necesita el calor y contacto de esa madre o padre que es su única referencia.
     Cuando mi hija tenía 2 meses compramos una cunita colecho (esta cunita es como una ampliación de la cama) y papá volvió a dormir con nosotras  hasta hoy, que nuestra pequeña tiene 15 meses. No tenemos fecha prevista para la independencia de Daniela, pero la verdad es que tampoco nos preocupa…

     Probablemente llegará el día en que ella misma quiera tener su propia cama, y probablemente cuando esto suceda me costará acostumbrarme mas a mi que a ella…